¡Prepárate de forma óptima para la temporada fría y lluviosa!

El otoño y el invierno suelen traer lluvia, frío y viento. Por eso, muchos amantes de los caballos se preguntan: ¿cuándo y qué manta necesita realmente mi caballo? El uso adecuado de las mantas para caballos ayuda a mantener a tu caballo cómodo durante los meses fríos. En este artículo descubrirás cómo elegir la mejor opción para tu caballo.

¿Mi caballo necesita una manta en invierno?

No todos los caballos necesitan una manta en invierno. Esto depende de varios factores:

• Raza y pelaje: un islandés con un denso pelaje invernal suele necesitar una manta con menos frecuencia, mientras que un pura sangre con un pelaje fino requiere protección adicional más rápidamente.
  
  
• Alojamiento: los caballos que pasan mucho tiempo al aire libre con viento y lluvia suelen beneficiarse antes de una manta que aquellos que permanecen en establo o tienen un buen refugio disponible.
  
  
• Esquilado o no esquilado: un caballo esquilado pierde calor más rápido y, por lo tanto, necesita una manta de invierno con más frecuencia que uno no esquilado.

Algunos caballos pasan el invierno perfectamente sin manta, mientras que otros se sienten claramente más cómodos con ella. Por eso es importante observar bien a tu caballo y tomar en serio sus señales.

¿Qué manta para qué temperatura necesita tu caballo?

Aunque cada caballo es diferente, puedes seguir las siguientes pautas:

• Entre 10 y 15 °C: a menudo no se necesita manta, a menos que tu caballo esté esquilado o no tolere bien la lluvia. En ese caso, una manta de lluvia sin relleno o con 50 gramos de relleno puede ser una buena opción.
  
  
• Entre 5 y 10 °C: para caballos esquilados, una manta de invierno ligera o una manta interior puede ser ideal. Los caballos no esquilados suelen estar bien sin manta o pueden beneficiarse de una manta de lluvia sin relleno para una protección ligera.
  
  
• Alrededor de 0 a 5 °C: los caballos esquilados suelen necesitar una manta de invierno media (100–200 gramos de relleno). Los caballos no esquilados, gracias a su denso pelaje invernal, pueden a menudo estar sin manta. Los caballos mayores o con salud frágil se benefician de una manta de lluvia ligera o una manta fina para protección adicional.
  
  
• Por debajo de 0 °C: se recomienda poner una manta a la mayoría de los caballos cuando las temperaturas bajan de cero. Una manta de invierno gruesa de 300 gramos o más ofrece una buena protección contra el frío y el viento. Los caballos esquilados te lo agradecerán. Los caballos no esquilados suelen estar bien con una manta de 100–200 gramos. También puedes optar por combinar una manta de invierno ligera con una manta interior para tu caballo.

Atención: Las pautas anteriores son solo una indicación. Observa siempre el estado físico y las condiciones de vida de tu caballo. Cada caballo tiene sus propias necesidades y nivel de comodidad.

¿Cuál es la diferencia entre mantas de lluvia, mantas de invierno y mantas de sudor?

La oferta de mantas para caballos puede resultar abrumadora. Estas son las principales diferencias:

• Manta de lluvia para caballos: impermeable y transpirable, a menudo sin relleno. Ideal para el clima húmedo y ventoso en otoño o primavera.
• Manta de invierno para caballos: disponible en diferentes grosores (ligera, media, gruesa). Diseñada para mantener a tu caballo abrigado y seco en temperaturas más bajas.
• Manta de sudor para caballos: generalmente hecha de forro polar o lana. Se utiliza después del entrenamiento o del baño y ayuda a que el caballo se seque sin enfriarse demasiado rápido.

¿Cómo saber si tu caballo tiene frío?

Observa siempre las señales de tu caballo. Los signos de que tiene frío pueden ser, por ejemplo:

• Temblar o estremecerse, especialmente bajo la lluvia
• Orejas frías o músculos rígidos
• Comportamiento apático o reacio

¿Ves estas señales? Entonces es recomendable usar una manta adecuada o reemplazar la actual por una versión más gruesa. Descubre nuestra amplia gama de mantas para caballos y encuentra la más adecuada para el tuyo.

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