¡Primeros auxilios contra el calor tropical!

El verano está en pleno apogeo y las temperaturas pueden subir hasta niveles tropicales. Aunque los caballos pueden sudar para enfriar su cuerpo, aun así lo pasan mal cuando hace mucho calor. De hecho, pueden llegar a sufrir estrés por calor. Por suerte, puedes hacer muchas cosas para ayudar a tu caballo en los días calurosos. A continuación, te damos consejos prácticos para sobrellevar juntos el calor de la mejor manera posible.

Consejo 1: Refrescar con agua

Duchar o enjuagar a tu caballo con agua es una forma muy eficaz de ayudarle a bajar la temperatura corporal. Los caballos eliminan el calor principalmente a través de la piel. Tras mojarlo, comprueba con la mano en diferentes partes del cuerpo si la piel se mantiene fresca. ¿No se calienta rápidamente? Entonces tu caballo está suficientemente refrescado.
¿No puedes usar agua? Entonces una manta refrigerante es una alternativa perfecta (como la Waldhausen Health + Care Cooling Rug ). Sumerge la manta en un cubo de agua, escúrrela y colócala sobre el lomo de tu caballo; los tejidos especiales absorben el calor mientras el agua se evapora, proporcionando una agradable sensación de frescor.

Consejo 2: Productos refrescantes

Hay productos especiales que a la piel del caballo a enfriarse más rápido. Contienen ingredientes refrescantes y crean una capa que aporta una sensación fresca al cuerpo del caballo. Prueba, por ejemplo, el NAF Cooling Wash: añade unas gotas a un cubo de agua, lava al caballo con ello y ¡listo! No hace falta aclararlo, por lo que también es ideal aplicarlo con una esponja.

Consejo 3: Adapta el entrenamiento

Evita entrenar en las horas más calurosas del día (entre las 13:00 y las 16:00 horas). Es mejor hacerlo por la mañana temprano o al atardecer. Además, incluye suficientes pausas al paso para mantener baja la frecuencia cardíaca.

Consejo 4: Suplementar electrolitos

Cuando sudan, los caballos no solo pierden agua, sino también sales minerales importantes. Puedes reponerlas fácilmente con un suplemento de electrolitos. Consejo: disuélvelos en un cubo de agua, de esta forma tu caballo también se hidrata al mismo tiempo.

Consejo 5: Asegura buena ventilación

Un ventilador puede ser de gran ayuda en los días calurosos. El flujo de aire mantiene al caballo más fresco y reduce la sudoración. Coloca, por ejemplo, un ventilador cerca del establo para crear una brisa agradable.

Consejo 6: Sombra y refugio

No dejes a tu caballo bajo el sol directo durante las horas más calurosas. Lo ideal es que esté dentro o que tenga sombra en el prado o paddock, proporcionada por árboles, un refugio o una lona para el sol. Así evitarás tanto el sobrecalentamiento como las quemaduras solares. También puedes usar una manta de verano, que está hecha de un tejido ligero y con protección UV para bloquear los rayos del sol.

Consejo 7: Mucha agua limpia y fresca

Renueva el agua de bebida con frecuencia y, si es posible, ofrece varios puntos de agua. En los días calurosos los caballos beben más, por lo que es fundamental que siempre tengan acceso a agua limpia y fresca. Algunos caballos prefieren el agua tibia en lugar de muy fría.

Consejo 8: Proteger contra los insectos

Con el calor también llegan las moscas, tábanos y mosquitos. Usa repelentes, mantas antimoscas o mascarillas para proteger a tu caballo. Esto le dará más tranquilidad y evitará irritaciones y problemas en la piel.

El verano puede ser una época maravillosa para ti y tu caballo, pero requiere más atención y cuidados. Si te preparas bien y haces algunos pequeños ajustes en tu rutina, podrás prevenir el estrés por calor y garantizar que tu caballo se sienta cómodo incluso en los días más cálidos. Obsérvalo bien, adapta tus hábitos si es necesario y disfrutad juntos de un verano seguro y soleado.